domingo, 20 de julio de 2014

Láminas para tazos

   No basta con guardar un número indeterminado de piezas de colección en una bonita caja o con hacerles un hueco en un cajón. A todo buen coleccionista le gusta tener sus artículos bien archivados, colocados en vitrinas y expositores o de tal forma que puedan verse de vez en cuando y no sufran desgaste ni se deterioren con el paso del tiempo.


   Hoy os mostramos cómo hacer vuestras propias láminas para tazos. De forma sencilla aunque laboriosa podéis componer vuestras láminas de tazos con elementos tales como fundas para folios, regla, corta, y soldador para estaño.


      Es preciso hacer una plantilla con los huecos destinados a estos elementos coleccionables, y posteriormente hacer los cortes precisos para introducir los tazos en las casillas correspondientes. Tras esta operación, basta con sellar ambas caras del plástico de la funda para folios con un soldador. Así, puntito a puntito, definimos las casillas para cada tazo.


   Este sistema nos permite guardar treinta tazos por lámina, así como diseñar casillas variables en función del tamaño de los tazos de cada serie.



   Se dice que la necesidad agudiza el ingenio. En estos momentos en que la situación está siendo difícil para muchos, es tiempo de innovar, crear, proponerse nuevas metas y salir adelante, ánimo.

   Agradecemos la colaboración de Israel por su aportación de fotos y sin cuyo ingenio esta entrada no habría sido posible.

martes, 8 de julio de 2014

Injertando naranjos

   En un mes de diciembre pusimos unas semillas de naranja amarga en tiestos de plásticos a la espera de que germinaran en la primavera siguiente, con el fin de obtener unas pocas plantas para injertar (plantas patrón). Las pequeñas plantas aparecieron y crecieron unas con mayor vigor y otras más lentamente.


   Trasplantamos aquellas plantas que nos parecieron más sanas y fuertes en tierra firme. En la primavera del año siguiente el aspecto de los plantones de naranja amarga era el que veis en la foto superior. Se trata de unos patrones interesantes para posteriormente injertarlos de naranjas dulces, mandarinas, limones etc.


   Tras limpiar las dos ramas principales eliminado hojas y pinchos, procedimos a realizar el típico injerto en escudete. Las yemas las conseguimos de un viejo naranjo de variedad Navel. Previamente y a lo largo de una semana se había regado el árbol convenientemente con el fin de que tuviese el suficiente flujo de savia como para que la capa de tejido vivo de la ramilla despegase del leño con facilidad.

   
   Tras el injerto tronchamos las ramas principales. No las cortamos del todo hasta que vimos algo crecidos los pequeños brotes de la variedad injertada.






   En la foto inferior podéis ver el estado del naranjo tras un año de crecimiento.


   La obtención de nuestros propios patrones para trasplantes resulta ser un proceso lento pero gratificante.

Aspecto de las nuevas plantas de naranjo amargo en verano. Se sembraron las semillas de naranja amarga en invierno.